jueves, 7 de agosto de 2008

Tragones y Mazmorras

Parte del proceso de evolución de jotauno a jotados implica una doble labor, complementaria, pero no necesariamente, coincidente en el tiempo: una de las dos, que no necesariamente la primera, sería alimentar la bestia interior que hace tiempo encerré en su prisión y a la que, tras cebar a base de cenas en el “Yinos”, se le obligó a dormir a base de canciones de Janes Joplin. Ahora, ha despertado de su letargo con un hambre voraz, cual oso que hubiera hibernado mas de la cuenta.

La otra parte de esta labor dual, es reprimir al carcelero y custodio de la llave: mi superyo, ese al que le he estado dando demasiado poder, nombrándole ministro de la previsión, la protección y vicepresidente primero de la corrección. Jotados será más arriesgado, imprevisible y menos calculador. Cómo conseguir esto: Intentando maximizar el carpe diem, y no dejar de hacer cosas queme apetezcan por miedos a mi integridad física o ese miedo al ridículo y a la no aceptación por parte de la sociedad que hemos construido a nuestro alrededor, o en realidad, aquella sociedad a la que para adaptarnos hemos construido nuestro ser.

Parte de este proceso ha sido volver a salir solo. Hace muchos años, me sorprendí a mi mismo, saliendo un día de la biblioteca donde estudiaba para selectividad, y yéndome a Joy sólo, con la mochila y los apuntes sin haberlo pensado dos veces. Esa noche me lo pase bien, no tanto porque encontré gente de mi colegio con la que nunca antes había hablado, y estuve entretenido, sino por la sensación de libertad e independencia que me regale aquella noche de mi tierna adolescencia.

Este fue el comienzo de una serie de salidas en solitario muy puntuales. La siguiente sucedió en Benidorm, en la mismas vacaciones de este post
Mis amigos algunas noches estaban en plan muermo y acabe, en primera instancia, quedándome un rato más cuando ellos volvían a casa a dormirla, y por último acabé saliendo un par de noches en solitario. No me lo pase tampoco nada mal.



Desde entonces creo que no lo había vuelto a hacer, por ello, y con la experiencia de la edad y la independencia que da tener una visa con algo de crédito. Me decidí a hacer un tratamiento de choque para dar una dosis extra de dormidina al carcelero y asi arrebatarle la llave de la prisión, que contenía a la ya despierta, bestia. Tenia dos opciones, quedarme en casita desperdiciando una semana de vacaciones, o montar unas medio improvisadas vacaciones en Ibiza, que incluirían superar dos limitaciones: mi timidez para acercarme a grupos de personas y mis temores a la conducción, pues me obligaría a alquilar un coche y rentabilizarlo por la isla.

La moneda salió cruz, si no no habría escrito todo esto, y me fui a Ibiza. Estas vacaciones, serán objeto de mas de un post que dejare para más adelante, antes se hace recomendable y casi obligatorio, que los recuerdos maduren el tiempo suficiente para que se mezclen con los pensamientos y deseos así puedan informar un nuevo relato.

Sin embargo adelantaré que han dado mucho de sí, más que un viaje de ocio y placer, de sol y playa y de cerveza y discotecas, ha sido en realidad un viaje a mi interior, pero no para conocerme a mi mismo, ni esas tonterias que se suelen decir. Ha sido un viaje para abrir la jaula donde tenía encerrada a la bestia, que ya había despertado y tras romper los disco de Janes Joplin quería salir fuera de su prisión, pero que aún permanecía encerrada.

Sin embargo, la bestia ha estado demasiado tiempo a oscuras y sólo se ha atrevido a sacar la cabeza , porque la luz del día aún le produce dolor y apenas puede tener los ojos abiertos breves lapsos de tiempo; tendré que irla a buscar por las noches y sacarle poco poco para que se vaya acostumbrando a los espacios abiertos y la luz. Hoy me ha pedido que la deje irse sola en plan interrail por Europa, pero creo que mi superyo, aprovechando un despiste ha vuelto a coger la llave y tras cerrarla en su prisión, y en esas estoy yo ahora, buscando la llave....

3 comentarios:

W dijo...

Hombre, tampoco te pases liberando a la bestia, a ver si vas a acabar como el gato con botas, con 40 años y gobernado por una ansiedad noventera disfrazada de curiosidad.

Jincaman dijo...

Te vas a acabar pareciendo a Larry. Pero no a Larry Flint, sino al Larry del Leisure Suit Larry; vamos, el de Sierra de toda la vida.

Que ya no tienes edad, tío. Lo que tienes que hacer es como yo: apuntarte a deportes extremos, volverte vigoréxico, comprarte una moto ... vamos lo normal :)

J2.0 dijo...

Joder, esto de hacer confesiones en los blog, en cuanto este sea publico y lo lea tu hermano vas a tener a tu madre pidiendote las llaves de la moto...

W ya sabes que a mi la ansiedad noventera no me volvera, los 90 los aproveche bastante, dentro de las restricciones propias de la edad, lo que yo necesito es hacer un revival de los comienzos de los 2000 que es cuando encerre a la bestia.