miércoles, 11 de febrero de 2009

Que no decaiga

Queridos lectores, llevo demasiado tiempo sin actualizar.

Unas veces es que tengo la cabeza en otro sitio, otras que me da pereza retomar esos relatos que tengo a medias para estos casos, y otro que lo que no tengo es tiempo para ello, ya que lo dedico a meter cosas de Janes en cajas, o a jugar al UT o el biotronic.

Me he obligado a mi mismo a escribirles contándole lo primero que se me ocurra, las cosas mas tontas del mundo, pero todo es mejor que nada.

En una de mis rutinarias vueltas para hacer tiempo tras la comida, he ido a visitar una tienda de productos de cocina megapijos, e hipercaros, he ido a poner una reclamación de las tricolores a Vodafone, he matado el tiempo probándome un par de camisetas en una de las tiendas subproductos de Inditex y he vuelto al tajo.

Es en esta vuelta donde he juntado un par de ideas que me han incitado a escribirles.
Se que algún día, cambiare de gusto igual que dije que prefería los coños con pelo: sin hacer esa necesarísima, distinción entre pelo y selva amazónica. Hoy les tengo que decir que el pantalón corto, el de vestir, para mujer es, para mi la prenda mas antilujuria que se ha inventado en los tiempos modernos, no me gusta verlos con, ni sin medias, da igual el color o el culo de la dueña.

Otra cosa que me hace escribirles estas lineas es que en efecto la crisis se empieza a ver en la calle, hace un tiempo creí que no se podría superar lo que vi: una chica de prestamos-usura no te pregunto, le estaba informando a un hombre cartel, si esos de COMPRO ORO , que Gallardón intento matar hace poco. Este tío ha atacado de forma separada en el tiempo a todos los miembros de uno de los cuartetos más ilustres de la tradición popular madrileña: Los músicos callejeros, El rastro, Las pelucas de la plaza Mayor y los hombres cartel.

Pues bien a lo que iba en una de esas santerías donde venden desde figuras de vírgenes, hasta, me temo, sangre de idems. Vendían disfraces para carnaval y ceras con forma de polla, junto a un elixir del amor.... Diversificación del negocio, lo llaman otros.